jueves, 22 de febrero de 2018

La primera patada

Primera patada de mi bebéFue anoche, a eso de las tres de la madrugada. Mi bebé me despertó, me dijo “acá estoy” con una patadita. Después no me pude volver a dormir. Estuve fácil dos horas llorando y riéndome al mismo tiempo, y diciéndole “te amo” en voz baja para no despertar a nadie en la casa.

Sentí también un alivio increíble a la ansiedad que me consumía por no saber cómo estaba mi bebé.

Hacía mucho tiempo que no le decía “te amo” a alguien. Y ahora me doy cuenta de que, las veces que lo dije, no significaba nada, pero nada, en comparación con la importancia que tiene ahora esa frase cuando se la digo a mi panza.

Hubo un par de patadas después. Y cada una me llenaba un poquito más de alegría, y me volvía a arrancar lágrimas y risas.

Ahora todo mi mundo, todo mi universo, está acá, en mi panza. No hay otra cosa que me importe.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Historias desde el balcón Copyright © 2010 | Designed by: Compartidisimo