jueves, 19 de abril de 2018

Surreal - capítulo 1

Lo que sigue es un intento por escribir ciencia ficción. No sé si soy muy pretenciosa al querer hacerlo, pero por lo menos me saca de mi zona de confort. Agradezco muy especialmente a mi asesor en temas tecnológicos Sharkboy por sus valiosos aportes.

Jesy miraba distraídamente las noticias en la pantalla interior del auto, mientras éste la llevaba diligentemente hasta su hogar. Unos minutos después de partir, una voz suave y masculina le avisó que el viaje había concluído. La puerta del vehículo se abrió y Jesy descendió directamente en el living de su casa.

Las luces se encendieron junto con la música y el sistema de climatización, ajustándose a las preferencias de la dueña de casa.

Sexo virtual futuristaJesy vivía sola, como la gran mayoría de las personas que, como ella, rondaba los 30 años en 2044; es por eso que su casa reflejaba las tendencias arquitectónicas propias de su generación: grandes ambientes, ausencia de paredes y puertas, muebles escasos y, en lo posible, ocultos en las paredes.

Se quitó la ropa y la dejó tirada en el suelo. El robot de la limpieza se encargaría luego de recogerla y llevarla a lavar.

Después de tomar una bebida energizante, se abocó al pasatiempo favorito de su generación: Vinmersion, el sistema de realidad virtual inmersiva que había desterrado definitivamente a la arcaica televisión 3D.

Se puso el casco de realidad virtual y se metió en la gran burbuja acrílica que hacía las veces de interfaz humana.

Una vez dentro, el casco la transportó a una llanura verde cubierta por un cielo azul con apenas algunos trazos de nubes. Un menú de programas apareció flotando ante su vista, con sus tres opciones favoritas en los primeros lugares: fitness, fantasía y teatro. Con un movimiento de su mano, Jesy eligió fantasía. El escenario a su alrededor cambió inmediatamente por una escena espacial en la que su cuerpo flotaba entre cometas multicolores que surcaban el espacio. No tenía interés en explorar la galaxia virtual, así que con un gesto de su mano hizo aparecer delante suyo un mapa estelar, en el que rápidamente encontró el planeta Surreal.

Sosteniendo su dedo índice sobre el planeta durante un par de segundos, inició el viaje a híper velocidad hasta Surreal. Apareció dentro de una habitación privada en donde contaba con todo lo necesario para prepararse para su aventura: ropa, perfume, accesorios, incluso un cuerpo que podía modelar a su antojo para exhibir ante los demás visitantes del planeta virtual.

La "espuma inteligente" que llenaba la burbuja de Vinmersion era la encargada de traducir los estímulos virtuales en reales. Podía cambiar de forma, de textura, de temperatura y hasta de densidad. Al elegir y probarse Jesy un vestido, la espuma rodeaba su cuerpo, simulando el roce de la tela sobre la piel. Si elegía una prenda íntima muy ajustada, la espuma adoptaba la elasticidad exacta para apretar su cuerpo como lo haría la prenda real.

En sus inmersiones, Jesy optaba por usar siempre el mismo cuerpo; uno que se parecía bastante al real, pero con algunas mejoras: el busto un poco más grande, las caderas ligeramente más angostas, y la piel, suave como la de un bebé.

En cuanto a vestimenta, esa tarde sentía una preferencia por las prendas audaces; confiaba en encontrarse con Logan, su amante virtual preferido, y quería verse espléndida.

Después de probar una infinidad de combinaciones de maquillaje, peinado, vestimenta, zapatos, color de piel y color de cabello, se decidió a dejar la habitación.

Apenas cruzó la puerta para salir a la “intemperie” del planeta, comenzó a recibir una avalancha de propuestas de otros visitantes de Surreal deseosos de convertirse en sus amantes esa noche. Las descartó a todas, con la esperanza de recibir la única que pensaba aceptar. Sin embargo, ésta no llegaba.

Sintió un ataque de celos al ver en su lista de contactos que el estado de Logan era “ocupado”. Se propuso esperarlo sólo dos minutos, tras los cuales aceptaría la propuesta de cualquier desconocido.

Para alegría de Jesy, antes de que se cumpliera el primer minuto el estado de Logan había pasado a “disponible”, y la propuesta de su pareja preferida no tardó en llegar.

Con una gran sonrisa en el rostro (tanto en el real como en el virtual), Jesy hizo un gesto con el que aceptaba la propuesta. Inmediatamente apreció en el escenario que Logan había preparado para el encuentro: el lobby del hotel más lujoso que la imaginación podría crear.

Recorrió el lobby caminando con lentitud, observando a los conserjes, botones, pasajeros y demás seres artificiales en actitudes y actividades casuales que daban al escenario un aspecto más real. Al mirar a los ojos a cualquiera de ellos, éste respondía esbozando una cortés sonrisa. Jesy deseó que el mundo real pudiera copiar aunque fuera un poco de la perfección de ese espacio virtual.

Los auriculares del casco hicieron llegar a sus oídos las notas de un piano lejano. Jesy sonrió otra vez y comenzó a caminar en busca del origen de la música, orientándose por la procedencia simulada del sonido.

Después de recorrer varios ambientes en donde todo era lujo y refinamiento, llegó hasta un salón iluminado a media luz, en cuyo centro había un gran piano de cola blanco. Sentado al piano estaba Logan, ejecutando con virtuosismo una suave melodía.

Jesy caminó hasta el piano, se trepó a éste y se recostó de lado. Con esa postura podía lucir su producida figura y a la vez mirar a Logan, quien le regaló una sonrisa capaz de derretir un témpano.

-Podria quedarme miråndote tocar toda la noche -dijo ella.
-Yo preferiría pasar la noche tocando otra cosa -respondió el galán, mientras con la mano derecha, y sin dejar de tocar el piano con la izquierda, acariciaba la pierna de su compañera. La espuma dentro de la burbuja de Vinmersion replicó con precisión la caricia sobre la pierna real de Jesy, causándole un escalofrío.
Jesy rió.
-Y qué esperamos?

Por toda respuesta, Logan dejó inmediatamente de tocar, se puso de pie y ofreció ayuda a Jesy para bajarse del piano. Caminaron hasta un ascensor vidriado que los esperaba con las puertas abiertas.

Una vez en el ascensor, Logan presionó uno de los botones dibujados en la pared translúcida. El ascensor comenzó a subir.

El sistema de Vinmersion no podía (aún) simular la fuerza G, pero la ilusión visual de ascenso era lo bastante convincente como para producir vértigo a quien tuviera temor a las alturas. No era el caso de Jesy, que miraba maravillada cómo el tamaño de las personas virtuales iba en disminución a medida que el ascensor subía.

Logan presionó otro de los botones dibujados en el vidrio y el ascenso se detuvo abruptamente. En el rostro de Jesy se dibujó una nueva sonrisa, adivinando el siguiente movimiento de su pareja. Las manos de Logan se apoyaron en la pared translúcida, una a cada lado de la cara de Jesy, quien se sintió agradablemente acorralada.

Los labios de Logan tocaron finalmente a los de Jesy. La espuma en cada una de las burbujas de los amantes se encargaba de reproducir los movimientos, la textura, la temperatura y hasta la humedad de los labios y la lengua del otro. La espuma también era la encargada de delinear cada cuerpo en la burbuja remota, para simular el contacto físico.

La mano de Logan recorrió con cuidado la espalda de Jesy, tanteando sutilmente hasta encontrar un diminuto botón en el vestido. Al girarlo, el vestido se desvaneció en el aire, revelando el conjunto de ropa interior rojo y negro satinado que Jesy había elegido para la ocasión.

-A este te va a costar un poco más de trabajo sacarlo.
-No me preocupa -rio Logan-. Voy a esperar a que vos misma te lo quites.

Continuará...

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